Hola a todos. Ya es definitivo, vuelvo a ser jugador del PGA Tour! No os imagináis lo contento que estoy, sin duda uno de los momentos de los que mas me enorgullezco de mi carrera profesional. En esta vida todo pasa por algo y creo firmemente que mi año en el Web.com Tour me ha venido muy, pero que muy bien. Entro en el PGA Tour mejor preparado que cuando lo hice en el 2013. Tal vez no jugando mejor pero si mucho mas confiado en mis posibilidades. Echando la vista atrás, no cambiaría ni una coma de lo que ha pasado.

 

Revisando mi ultimo blog, me sorprende lo tranquilo y confiado que llegué a las finales. Es verdad que venía jugando muy bien pero también es cierto que esta era mi última oportunidad de lograr la tarjeta. Tal vez el hecho de tener un plan muy definido y saber que en caso de no conseguirlo intentaría un año mas de Web compaginándolo con el Tour Europeo, me hacia estar mas tranquilo. Curiosamente en las finales no pegué a la bola tan bien como venia haciendo las últimas semanas, pero mi cabeza funcionó como un reloj suizo. Fui paciente, calmado y muy confiado en mi mismo y en mis posibilidades. Recuerdo los últimos hoyos del torneo de Boise como si fuera ayer. Tras una gran sacada de bunker en el hoyo 15 que terminó en birdie, sabia que necesitaba uno mas para acabar en el top 10 y prácticamente dejar asegurada la tarjeta. Todo el mundo te dice que no hay que pensar en el resultado, pero os aseguro que es dificilísimo no mirar los leaderboards en esos momentos. En el 16, un par 5 corto, pero que era crucial estar en calle, pegué un larguísimo drive al centro y un gran hierro 8 a escasos 7 metros de la bandera. Mi compañero de partido tiró un putt similar en la misma linea y la sacó de green debido a la fuerte pendiente. Y que hice yo acto seguido? Dejarla corta claro, a menos de un metro, pero corta y aun en bajada. Esa fui la primera vez que empecé a acusar los nervios y fallé el putt corto para birdie. En el 17, par tres también muy corto, me repuse bien del error y deje el wegde a menos de dos metros, pero fallé de nuevo. El 18 era un par 4 corto, con un green muy elevado y durísimo, por lo que era fundamental estar en calle. Tras una gran salida con la madera 5 me deje una distancia algo incomoda al estar entre palos. Finalmente me decidí por el palo mas corto y pegué un sensacional tiro al draw con el “gap-wedge”. Desde el fairway no se veía el green por lo que había que deducir por la reacción del publico cuan buen o malo había sido el resultado del golpe. Los dos últimos días me dejé opciones de birdie y el público apenas se inmutó, por lo que cuando el domingo escuché el griterío de la gente tras mi golpe, supe que la había dejado muy muy cerca y había sellado así mi tarjeta del PGA. Ese fue, sin duda, mi golpe del año.

 

Una pena este final de temporada con la cancelación del Web.com Tour Championship. Me apetecía mucho jugar esta semana ya que venia jugando bien y quería aprovechar el buen momento de juego y la tranquilidad de tener la tarjeta asegurada para intentar escalar alguna posición en el ranking. Además, al ser el único torneo que se jugaba cerca de casa (Atlantic Beach esta a tan solo 5 horas en coche de Miami), Alicia y los niños iban a venir a verme el fin de semana y estábamos muy ilusionados con la idea.

 

Pero este país tiene muchísimas cosas buenas y otras no tanto. Una de ellas es la climatología que es de lo mas extrema. Aquí no hay medias tintas. Estamos en plena temporada de huracanes (empieza a principios de Junio y termina a finales de Noviembre) pero en estos casi ya tres años en Miami no habíamos tenido ningún susto. En la costa este de Florida ya tuvimos mucha suerte hace menos de un mes cuando el huracán Herminia cambió de rumbo y acabó entrando por el noroeste del estado, pero esta vez con Mathew no ha podido ser y el torneo tuvo que ser suspendido. Nunca se me olvidaran las caras de muchos de mis compañeros cuando Bill Caffey nos anunció la noticia en la sala de jugadores. En este caso yo tuve suerte y la moneda cayó de mi lado pero pienso en los otros y entiendo su profunda decepción al haber perdido su última oportunidad para poder jugar en el PGA Tour la temporada que viene.

 

Lo que no cabe duda es que la decisión, aunque difícil, fue acertada. Lo importante en estos casos es la seguridad y no tiene ningún sentido que cuando las autoridades, conscientes del inminente peligro, están pidiendo evacuar la zona, nosotros estemos intentando jugar un torneo de golf. Se hacia muy raro estar practicando el miércoles por la mañana y ver a los organizadores del torneo, desmontando carpas y  gradas, así como quitando carteles y marcadores. Algo gordo se avecinaba.

 

Al recibir la noticia de la suspensión nos fuimos inmediatamente a la casa de alquiler en la que nos alojábamos a unos cientos de metros de la playa y, tras hacer las maletas, guardamos por petición de la dueña todos los muebles del jardín y la terraza en el interior de la casa. Mientras tanto los vecinos colocaban tablones de madera en las ventanas para impedir la entrada del viento y sacos de arena en las puertas para el agua. Ahi fue cuando verdaderamente me di cuenta de la gravedad del asunto. Un huracán no es baladí y mucho menos uno de categoría 4. Para que os hagas una idea, Obama ha declarado estado de emergencia aquí en Florida y Disney World ha cerrado hoy; el cuarto día que cierra desde su apertura en 1971!

 

El viaje en coche fue mas tranquilo de lo que esperaba y tras 5 horas de conducción ya estoy en casa, donde según las previsiones el huracán no golpeará. Tenemos alerta de lo tormenta tropical, por lo que se espera mucha lluvia y viento, con algún posible tornado e inundaciones, especialmente donde nosotros vivimos, al tratarse de una isla. Me tranquiliza estar aquí con Alicia y los niños, no me hubiera gustado que pasaran esto solos.

 

Y como dicen: pasada la tormenta llega la calma. O tal vez no, porque en mi caso el lunes arranco ya la nueva temporada en el PGA Tour viajando a Napa, California para el Safeway Open. Mi puesto 12 en las finales me da entrada prácticamente a todos los torneos de aquí a final de año, a excepción de los dos en Asia. Muy importante ya que nosotros tenemos que reranquear cada 6 torneos, con lo cual es importante tener cuantas mas oportunidades de sumar dólares como sea posible. Dicho esto mi plan los próximos meses es jugar el Sanderson Farms Championship (Jackson, Mississippi), Shriners Hospitals for Children Open (Las Vegas, Nevada), OHL Classic de Mayakoba (Playa del Carmen, México) y RSM Classic (Sea Island, Georgia).

 

Quería aprovechar estas líneas para agradecer a toda la gente que me ha ayudado en este proceso: a mis entrenadores, Randy Smith y Jose Carlos Gutierrez; a mi caddie, Javier “Chino” Corbalán; a mi fisioterapeuta, Michael Garrett; a mi psicólogo, Arturo Tenacio; a mis agentes, Rocky Hambric y Blake Smith y por supuesto a mi familia, que siempre confío en mi y me animó a seguir luchando por mi sueño de volver al PGA Tour. También daros las gracias a todos vosotros, por vuestro constante apoyo y vuestras muestras de cariño.

 

Como dije antes, no cambiaría ni una coma.