¡Hola a todos! Primeras dos semanas del Florida Swing y toca hacer balance.

El Honda Classic fue la primera parada del PGA Tour en el “Estado Soleado” (como llaman aquí a la Florida), mi nuevo estado según atestigua mi licencia de conducir, equivalente aquí al DNI.

A tan sólo una hora y cuarto de casa en coche, fue también el primer torneo del año para mi mujer, Alicia, que me acompañó a Palm Beach de miércoles a domingo. Un auténtico campazo el PGA National, exigente en todos los aspectos del juego, especialmente cuando se levanta el viento, como ocurrió el domingo.

El balance general fue muy bueno. Pegué a los hierros como llevaba mucho tiempo sin hacerlo (de bien), pero lamentablemente me costó mucho poner la bola en juego desde el tee. Al final un valioso puesto en el top 25 que me dejó con muy buen sabor de boca, a pesar de tres bogeys tontos en mis últimos nueve hoyos.

Os voy a contar una anécdota de ese torneo. El domingo jugué la última ronda con mi buen amigo Sergio García y dio un auténtico recital de tee a green. Si llega a patear bien, habría sido testigo de una de esas vueltas antológicas de 62 o 63 golpes (si no menos) y podría haberse llevado el torneo de calle, especialmente tras las desgracias que ocurrieron en los últimos partidos de la tarde. Lo que no cabe duda, es que si Sergio logra enderezar su putt este año, va a dar muchas alegrías al golf español.

La semana pasada tocó WGC Cadillac Championship en el renovado Trump National Doral. Como os podréis imaginar las expectativas eran altas tratándose de un torneo que jugaba en casa. Era la primera, y posiblemente última vez también, que conocía más y mejor el campo que cualquiera de los otros jugadores estadounidenses. Todos venían de novatos, ¡vamos como voy yo todas las semanas del año en este circuito!

Ya recuperado de un catarro que venía arrastrando desde la semana anterior, el primer día no jugué del todo mal, pero fue una de esas rondas donde todo salió torcido. El segundo día las condiciones fueron brutales, y hubo muchas quejas de la forma que el PGA Tour preparó el campo. En mi caso, al menos tuve la suerte de compartir partido con el nuevo 'top 5 del mundo', Patrick Reed, y admirar cómo domaba al monstruo de Doral a base de putts kilométricos. ¡Qué envidia!

Balance de la semana, puesto 54 (con 13 sobre par) tras tres vueltas consecutivas de 77 golpes y una vuelta final de 70. El Blue Monster sigue sin tratarme bien, lo cierto es que igual que antes detestaba el campo, el nuevo diseño de Trump me encanta, y creo que algún día lograré hacerle pocas. Lo mas positivo de la semana es que parece que por fin he encontrado un drive con el que estoy a gusto. Os mando foto para poneros los dientes largos.

Esta semana tocaba torneo en Tampa, pero he decidido descansar ya que llevaba jugando cuatro semanas seguidas. Próximos destinos: Arnold Palmer Invitational en Bay Hill, donde guardo grandes recuerdos de mi tercer puesto del año pasado y Eurasia Cup en Malasia, donde comparto equipo con Miguel Ángel Jiménez y Pablo Larrazábal. Os iré informando.