¡Hola a tod@s! Se acabó el descanso y toca volver al tajo. La primera parada de tres semanas consecutivas de torneos será el Humana Challenge, en Palm Springs, California. Y es que, ¡que rápido se termina lo bueno!
Por un lado me apetece muchísimo empezar mi segunda temporada en el PGA Tour. Creo firmemente que va a ser un buen año, y que tras los diversos tropiezos de 2014, de los que aprendí mucho, vengo con muchas ganas de tomarme la revancha y hacerlo bien.
Por otro lado, llego un poco verde a estos primeros torneos del año. Algo lógico y normal tras ocho semanas de parón, pero esta vez, algo más ha trastocado mis planes de pretemporada. En estas ocho semanas de descanso tenía la oportunidad de prepararme a conciencia para las primeras citas del 2015. Y eso fue exactamente lo que hice durante mis tres primeras semanas alejado de la competición, pero lamentablemente unos fuertes dolores espalda a mediados del mes de diciembre frenaron en seco mi preparación. Lo que empezó como una pequeña molestia tras una sesión de entrenamiento en el gimnasio, pasó a convertirse en un dolor agudo que apenas me permitía moverme. Estuve varios días muy, muy fastidiado. Pasaron dos semanas y el dolor había amainado, pero seguía sin poder hacer el swing con normalidad. Como los síntomas eran similares a los que tuve en el año 2011, decidí volver a España una vez terminadas las fiestas a ver a la doctora Sacristán, que tanto me ayudó entonces en mi recuperación.
Alicia pudo acompañarme esos días. ¡Teníais que ver nuestras caras cuando embarcamos en el avión camino de Madrid! Al contrario que en otras ocasiones que estamos deseando volver a España, parecíamos dos reses camino del matadero: ¡qué poco nos apetecía el plan de médicos! Gracias a Dios la doctora volvió a ayudarme y en tan sólo cuatro sesiones de cirugía aponeurológica en el Centro Médico Leonor Sacristán, ¡ya estaba listo para volver a Miami!
Aprovechamos también esos días en Madrid para ver a familia y amigos a los que tanto se echan de menos cuando uno esta lejos de casa. Y también para comer roscón de reyes, uno de mis dulces favoritos, así que el viaje no fue en vano. ¡Si hubiera podido cazar alguna día, ya hubiera sido la bomba!
Tras la vuelta a Miami he intentado ponerme las pilas y recuperar el tiempo perdido por la lesión. He tenido que empezar poco a poco, ya que no quería forzar y volver a hacerme daño.
Este fin de semana de camino a California he parado en Dallas para ver a mi nuevo entrenador, Randy Smith. El tiempo nos ha acompañado y hemos sacado provecho de las dos jornadas de entrenamiento. Hemos estado revisando todos los aspectos del juego, pero especialmente los wedges, donde creo que estuve más flojo el último año. Estoy muy ilusionado con este nuevo proyecto: Por un lado, nunca es fácil tomar la decisión de cambiar de entrenador, pero creo que estaba un poco estancado con mi swing y necesitaba un punto de vista diferente.
Pero la mejor noticia es que he podido entrenar sin dolor y que estoy listo para empezar este año en las fechas previstas. Así que aquí estamos otra vez subidos a un avión dispuestos a comenzar mi undécima temporada de profesional, cargados de ilusión y con la mente despejada gracias a todo el descanso de las últimas semanas. ¡Así que, a por ellos!