Día duro y muy complejo en Augusta. Uno más. No es noticia. El asunto es que hoy apenas hubo viento, por lo que todas las dificultades las puso el campo. Los proverbiales greenes de Augusta han recuperado su condición de monstruitos. Nunca han sido juguetes, ni mucho menos, pero sí que de un tiempo a esta parte parecían haber relajado su condición pétrea. Hoy no. Estaban muy duros y muy rápidos, imposibles.
Así las cosas, sobre todo en los partidos que salieron tarde, el objetivo principal era sobrevivir y Gonzalo Fernández-Castaño fue uno de los que lo consiguió. Se defendió con uñas y dientes y, sobre todo, muy buen juego. Apenas falló un tiro, la salida del hoyo 2, que le costó un bogey, pero en el resto actuó de manual. Evitó los problemas y fue sacando pares uno detrás de otro. Podía haber caído algún birdie más, sí, pero el putter, sin estar mal, no hizo nada extraordinario. Falló tres greenes e hizo tres bogeys. Al menos, se desquitó con un tirazo de salón en el hoyo 18. Pegó un hierro 8 desde el centro de la calle a 151 metros y la dejó a dos palmos de la bandera para birdie, el primero oficial en este antaño agujero maldito para el madrileño.
Finalmente, Gonzalo ha hecho 74 golpes para un total de +2. Se ha metido en el top 20 del torneo, prosigue su escalada y ahora ya no quiere mirar atrás. “Mañana hay muchas cosas por las que luchar, por ejemplo el top ten o asegurarme la presencia el próximo año. Hoy he jugado muy bien y estoy satisfecho. He mejorado desde el tee y he pegado buenos hierros. El único pero que me pondría han sido los pares 5, que he jugado dos por encima del par. El resto ha estado muy bien”, explica.
En cuanto al torneo, los líderes son Jordan Spieth y Bubba Watson (-5), con un golpe de ventaja sobre Matt Kuchar y Jonas Blixt, y dos sobre Miguel Ángel Jiménez y Rickie Fowler. La clasificación está apretadísima, con nada menos que quince jugadores en apenas cinco golpes.
