Gonzalo Fernández-Castaño ha firmado una tarjeta de 70 golpes en la segunda ronda del PGA Championship de Valhalla y se ha garantizado el corte en el último major del año. El corte y algo más, ya que ronda el puesto 30º, mirando definitivamente hacia arriba.
El jugador madrileño ha realizado tres birdies y solo dos bogeys en una jornada muy complicada en el recorrido de Louisville. Las amenazantes nubes negras que estaban previstas llegaron y descargaron agua con fuerza. Tanto que el inicio de la jornada se tuvo que retrasar prácticamente 45 minutos. Durante la vuelta llovió de forma intermitente. Es decir, un día molesto y muy incómodo.
Gonzalo jugó bastante bien de tee a green, especialmente con los hierros. Sus dos bogeys llegaron en sendos pares tres, en el 8 tras no hacer la recuperación desde el rough y en el 14 por culpa de un doloroso tripateo. En cualquier caso, las sensaciones en los greenes hoy han sido bastante positivas. Uno de sus birdies llegó desde casi ocho metros (hoyo 3) y otro desde cuatro, en el nueve para cerrar la vuelta.
Gonzalo rompe así una pequeña mala racha de dos cortes consecutivos fallados en los grandes (US Open y Open Championship) y se deja todo el fin de semana para soñar con algo importante.