Gonzalo Fernández-Castaño dijo adiós al Northern Trust Open con una vuelta para olvidar. El madrileño firmó 78 golpes en un día de golf donde siempre fue a remolque.
El inicio de la vuelta ya avecinaba una jornada dura en la oficina. En sus primeros nueve hoyos (empezó por el 10) rubricó 42 golpes, una pesada losa muy difícil de levantar. Arrancó con nuevos bríos por los segundos nueve, con sendos birdies en el 1 y en el 3, pero acabó con doble bogey y bogey en el 8 y en el 9.
Gonzalo tuvo que lidiar contra un juego largo muy irregular. Cogió nueve calles, pero sólo siete greenes y el putter tampoco le ayudó demasiado. Nunca dejó de luchar, pero en ningún momento recibió ese estímulo que te ayuda a cambiar el registro de una ronda.
El PGA Tour hace ahora las maletas y se muda a Florida. Es decir, Gonzalo jugará en casa. La próxima cita es el Honda Classic, unos kilómetros al norte de su residencia en Miami.