Gonzalo Fernández-Castaño ha empezado su andadura en el Open Championship de Hoylake con una tarjeta de 74 golpes. Las sensaciones no son buenas, ya que parece repetirse la constante de toda la temporada, pero el resultado objetivo no es tan malo.
De hecho, el madrileño se encuentra a un golpe del corte provisional tras haber jugado por la tarde, bajo las peores condiciones del día, campo más duro y brisa más poderosa y constante.
Gonzalo comenzó bien el desafío. Arrancó con birdies en los hoyos 1 y 5, pero un mal golpe en el 6 y un doble bogey en el 7 truncaron su marcha. Ahí aparecieron viejos fantasmas. “Me está costando darle la vuelta a las cosas cuando vienen mal dadas. Va a ser difícil pasar el corte porque el swing está como está, cogido con alfileres, y en un campo preparado exigente como Royal Liverpool se acaba pagando peaje”, explica.
La sensaciones no son buenas y la moral anda un poco tocada, pero a Gonzalo le sobra carácter para levantarse y volver a intentarlo de nuevo mañana. “A veces cuesta no mandarlo todo al garete, pero sigo luchando y no me rindo, no tiro la toalla”, señala.
El objetivo es pasar el corte y verse con todo el fin de semana por delante para recuperar la confianza. No es un mal escenario, y si realmente las cosas se ponen feas mañana, no tiene por qué ser negativo para Gonzalo, un gran jugador con viento y fajador nato.