En los seis primeros hoyos de la primera ronda del BMW PGA Championship Gonzalo Fernández-Castaño estuvo cerca de meterse en líos serios. Falló claramente desde el tee en tres ocasiones y a partir de ahí, ya se sabe en Wentworth, sólo queda rezar y apretar los dientes para salir con vida. Confiar en que a los árboles que custodian las calles no les guste tu bola y prefieran escupirla a tragarla.
Wentworth tuvo piedad y Gonzalo no desperdició la oportunidad. Salió vivito y coleando en ese parcial. No es que la bola estuviera perfectamente en calle, pero al menos sí estaba jugable. Encima, entre medias de este pequeño caos, lograba un extraordinario eagle en el hoyo 4, uno de los siete que se hicieron hoy ahí. No sólo salía en pie, sino al trote.
A partir de ahí, comenzó a jugar un golf de alta escuela. Hizo tres birdies en los hoyos 9, 10 y 16 y sólo se quedó con la espina de no haber aprovechado el 17 y el 18. Los jugó de libro, tal y como el quería, dejándose las distancias perfectas para atacar el green de tres, pero no fue capaz de restar.
En cualquier caso, Gonzalo arranca en Wentworth con una excelente vuelta de 69 golpes y se coloca en el top 15 del torneo, a sólo un golpe del top ten y cuatro del liderato. El viernes jugará por la mañana.