Gonzalo Fernández-Castaño disputa desde este jueves el Open de Francia en el mítico Golf National de París, sede hace poco más de un año de la Ryder Cup. El jugador madrileño enfila el penúltimo torneo de la temporada del calendario regular (más allá de las Series Finales, para las que ahora mismo no está clasificado) con el objetivo de dar un último empujón y mantener la tarjeta del European Tour.
El objetivo no lo tiene tan lejos. Concretamente, ahora mismo los jugadores que mantienen la tarjeta son los 117 primeros, ya que a los 110 que marca la norma hay que unir los cinco jugadores que son miembros afiliados y Jon Rahm y Patrick Reed, golfistas que han jugado menos de 25 torneos del European Tour en su carrera, al margen de Majors y WGC, y no han llegado este año a la cifra de seis. Ninguno de ellos cuentan para los cálculos de mantener la tarjeta.
Así las cosas, Gonzalo se encuentra a menos de cincuenta puntos de este objetivo. Esto significa que con un octavo puesto en solitario en Francia, con el que sumaría 68,7 puntos, dejaría la tarea resuelta sin necesidad de ir apretado al Portugal Masters. En cualquier caso, siempre le quedará la última bala de Vilamoura, pase lo que pase esta semana.
Gonzalo juega las dos primeras rondas con Anton Karlsson y Lorenzo Gagli.