Gonzalo Fernández-Castaño firmó una tarjeta de 70 golpes en la última jornada del THE PLAYERS Championship. El madrileño se despide del torneo bandera del PGA Tour con un buen sabor de boca, jugando tres días a muy buen nivel y con un viernes duro que lastró sus opciones de haber acabado peleando con los mejores.
Gonzalo finalizó con un resultado acumulado de -2, puesto 38º, más cerca de lo que dicen los números de haber redondeado una semana de ensueño. Es un paso más hacia adelante. Su segunda participación en el THE PLAYERS y su primer corte. Siempre avanzando, aunque quizás el madrileño sienta que deba hacerlo más rápido.
Ayer realizó cinco birdies y tres bogeys y acabó con un parcial más que poderoso de tres bajo par en los últimos diez hoyos. Los síntomas son positivos. Su drive, el principal caballo de batalla en la primera parte de la temporada, se va enderezando, sus hierros nunca han dejado de exhibir esa adicción por las banderas (su tiro ayer en el hoyo 13 fue majestuoso) y el putt está funcionando como nunca. Ahora, sólo falta que todo se una durante cuatro vueltas para estar peleando por las victorias. Son detalles. No más.
El triunfo final en el THE PLAYERS fue para un buen amigo de Gonzalo Fernández-Castaño. Martin Kaymer conquistó el jarrón de cristal tras acabar con un total de -13, por delante de Jim Furyk (-12) y Sergio García (-11). Fernández-Castaño fue de los primeros en felicitar al alemán: “orgulloso de ti”.
Gonzalo pone rumbo ahora a España. Vuelve a su tierra por primera vez en 2014 para disputar el Open de España en el PGA de Catalunya.
